
   
El lunes, la Comisión de Valores de Malasia (SC) ordenó a Huobi Global, el intercambio de criptomonedas con sede en Seychelles, que cesara sus actividades en el país.
El regulador dijo que Huobi estaba operando un intercambio de activos digitales en Malasia sin el registro apropiado. Operar un intercambio de criptomonedas sin una licencia de Operador de Mercado Reconocido (RMO) es un delito según la Ley de Servicios y Mercados de Capital de 2007.
Huobi termina los servicios criptográficos en Malasia
El SC ha emitido una reprimenda pública contra uno de los intercambios de cifrado más grandes y confiables del mundo, Huobi, y su fundador Leon Li. Como director general de la empresa, se le ha encomendado a Li supervisar el proceso de liquidación de las actividades locales, descontinuar los anuncios a los inversionistas de Malasia, deshabilitar el sitio web y eliminar la aplicación móvil de las tiendas de aplicaciones.
Se ha instado a los inversores malasios de Huobi a retirar todas sus inversiones de la plataforma y cerrar sus cuentas.
La declaración del SC dice que la acción de ejecución contra Huobi fue impulsada por «preocupaciones sobre el cumplimiento de la plataforma con los requisitos normativos locales y la protección de los intereses de los inversores».
   
El regulador de valores de Malasia alentó aún más a los ciudadanos a dejar de comerciar ilegalmente con intercambios de criptomonedas en el país.
En el momento de la publicación, el token nativo de Huobi Global, Huobi Token (HT), cotiza a $2,95, un 1,21% más en las últimas 24 horas.
Huobi es actualmente el cuarto intercambio de criptomonedas más grande del mundo por volumen de operaciones, según CoinGecko. El intercambio ha caído en desgracia con el regulador de mercados de Malasia en el pasado. En agosto de 2022, la Comisión de Valores de Malasia advirtió a Huobi de operar sin licencia y agregado a una lista de empresas que no pueden operar en el país. En ese momento, Huobi afirmó que estaba en conversaciones con los reguladores de Malasia sobre sus operaciones regionales.
La acción del regulador de Malasia marca el último golpe a la industria de la criptografía, que se ha enfrentado a la presión regulatoria de varios países del mundo, sobre todo de Estados Unidos. La falta de claridad y regulación por parte de EE. UU. ha asustado a muchas compañías e inversores de criptomonedas, que ya están buscando reubicarse en otras jurisdicciones más amigables.