
Num Finance, un protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi), anunció este miércoles (24) el lanzamiento de tres nuevas monedas estables destinadas al mercado latinoamericano. Estas monedas estables mantendrán la paridad de precios con las monedas de México, Colombia y Brasil: peso mexicano (MXN), peso colombiano (COP) y real brasileño (BRL), respectivamente. Esta es la primera vez que un protocolo DeFi anuncia el lanzamiento de monedas estables vinculadas a Real.
Actualmente, existen varias monedas estables respaldadas por el Real y la mayor de ellas, en volumen de transacciones según datos de la Receita Federal, es BRZ, de la fintech Transfero.
Tal como lo anunció Num Finance, esta iniciativa es posible gracias a una reciente inversión de US$ 1,5 millones recaudados por el protocolo.
La organización había lanzado previamente una moneda estable vinculada al peso argentino (ARS) llamada «nARS» y al sol peruano (SOL) llamada «nPEN». Con el lanzamiento de estas nuevas monedas estables para México, Colombia y Brasil, Num Finance cubrirá «cinco de los países económicos más dinámicos y vibrantes de América Latina».
Stablecoin vinculado a Real
Num Finance enfatizó que las poblaciones que viven en ecosistemas financieros distorsionados e ineficientes necesitan una mayor conectividad a los productos y servicios financieros.
Según la empresa, esta realidad la llevó a expandirse a México, Colombia y Brasil, como parte de su visión de “tokenizar activos del mundo real”, emitir monedas estables y ofrecer préstamos y otros productos relacionados con estas criptomonedas.
Aunque el protocolo ha anunciado la emisión de monedas estables, todavía no es muy transparente con respecto al respaldo de nuevas monedas estables. Después de todo, los países son diferentes y cada uno tiene sus particularidades.
Todo indica que la garantía se está ofreciendo a través del dólar estadounidense. Sin embargo, el mercado de moneda fiduciaria de las naciones de América Latina a veces es más inestable que el de las criptomonedas, como se ve en casos como Argentina y Venezuela.
Además, el protocolo no explicó cómo tratará las distorsiones de cotización, como ocurre con el peso argentino donde hay más de 10 cotizaciones además de la oficial.